Todavía no terminamos de quitar el árbol de navidad y los crueles indicadores de la empresa ya nos están avisando que en los primeros días del mes de Enero las ventas están bajas, lentas o simplemente no son suficientes para resolver nuestros costos fijos lo que da el banderazo de salida al sufrimiento de este año.
Falta de rentabilidad, falta de clientes, producto de baja calidad, personal no comprometido e infiel, cada quien sabrá cuál es la cruz que le toca cargar pero....¿Qué ha hecho para romper ese circulo vicioso de cada año?
Que debemos de atacar ¿lo urgente? o ¿lo importante?, en la práctica me he encontrado con la desesperación del empresario que ya está entendiendo que se debe de enfocar en lo importante pero que lo urgente no se lo permite. La desesperación es tal que desarrolla con mucha creatividad las mejores justificaciones posibles para explicar por qué las cosas no caminan, que si la crisis nunca acaba, que el gobierno no apoya, que los empleados no se ponen la camiseta, etc., mientras la empresa pierde en todo, ventas, credibilidad, marca y todo lo que implique.
Se puede y se debe de hacer muchas cosas pero esta vez le voy a dar tres consejos sencillos. Primer consejo, logre detenerse aunque sea una sola vez por semana por tan solo una o dos horas a verse como director o gerente en otra perspectiva. Busque la manera de abrir un espacio para meditar, lo primero es poner un alto en el camino y ver las cosas en su dimensión precisa. Hay muchas cosas que hacer para mejorar pero saber por dónde empezar requiere de analizar las cosas, de detenerse a pensar, de todas maneras lo que suceda en el inter va a suceder, sin embargo si no se detiene el monstruo de la urgencia se lo va a comer y con usted a su empresa.
Otro consejo, si usted es de los que se dedica a realizar tareas que no le corresponden nunca podrá concentrarse en resolver asuntos importantes. En la práctica me encuentro a muchos empresarios que se dedican a atender en el mostrador a los clientes cuando hay personal que debe de hacerlo o están metidos de lleno en la producción para “cuidar” que las cosas salgan bien. Perderse en la operación es uno de los más grandes problemas de los empresarios sin brújula. A usted como director, gerente o propietario de negocio le compete tareas de otro tipo como asegurarse de vender lo que se requiere para mantener cuando menos el punto de equilibrio financiero, y asegurarse de vender es meterse de lleno al trabajo con el gerente de ventas o quién venda para saber si lo está haciendo eficaz y eficientemente, no que usted lo haga. Otros asuntos son, cuidar los gastos, tener una estrategia de negocio clara, motivar a su personal, etc.
El tercer consejo en esta ocasión es la planeación, las buenas intenciones no bastan, hay que realizar un plan y darle seguimiento, si no sabe cómo hacer un Plan, hágalo a su manera la primera vez y vaya perfeccionándolo con el tiempo pero planee, en Internet hay mucha información en relación a cómo hacer un plan de cualquier tipo. Una empresa sin un plan es como un barco perdido en el mar sin saber a dónde debe de ir. La planeación es vital para lograr el éxito.
No lo olvide, mientras usted se está dando cuenta del tamaño del problema los competidores ya están trabajando en su Plan, en su estrategia y en aspectos importantes que garanticen la rentabilidad y la permanencia en el mercado. Y lo más triste, el día de hoy es un día más en sus indicadores, ¿cómo le va hasta hoy en el 2008? El éxito de su negocio depende de usted. No lo olvide.
Enrique Mézquita Ochoa
consultor@mkresults.com.mx
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